¿Cuánto debe durar un webinar?
En los últimos meses, y debido a la pandemia del COVID, hemos visto cómo la oferta de webinars se multiplicaba. Una gran parte de los eventos anteriormente planificados como presenciales han tenido que trasladarse al entorno online… webinar, webinar, webinar… de repente todo el mundo organizando uno, cuando solo un año antes muy poca gente sabía qué quería decir eso de webinar.
Se ha alcanzado incluso, entre parte del público, una cierta sensación de saturación. Esto se debe, en gran medida, a una duración inadecuada de buena parte de las emisiones. Entonces, ¿cuál es la duración ideal de un webinar? No hay una respuesta correcta, ya que va a depender fundamentalmente del contenido, pero nuestra experiencia nos permite sacar algunas conclusiones.
En primer lugar, vamos a diferenciar entre webinars externos (marketing, lead generation, presentaciones de producto, formación a clientes, relaciones con inversores) e internos (formaciones o comunicaciones dirigidas a los miembros de una misma organización, como una empresa o asociación).
Webinars externos
A continuación tenemos las curvas de audiencia de 3 webinars de empresas de sectores completamente distintos, en todos los casos dirigidos a una audiencia externa y organizados por empresas con contrastada experiencia en la emisión de webinars:
Como se puede observar claramente, en las tres gráficas se observa un descenso acusado y constante de la audiencia que arranca a los 40-45 minutos de emisión, y que se acelera considerablemente a partir del minuto 50-55… Todas las sesiones tenían una duración prevista y anunciada de 60 minutos, y resulta curioso ver cómo cuanto más se excede este tiempo, mayor es la caída de audiencia.
Nuestras recomendaciones:
- Anunciar una duración máxima de 60 minutos, y cumplirla, o incluso mejor, tratar de reducir la emisión a un máximo de 53 minutos.
- No alargar el turno de preguntas más allá de 8-10 minutos, ya que suponen una fuga de espectadores inevitable.
- Concentrar los contenidos más importantes de la emisión (por ejemplo un CTA con una oferta) cuando se haya consumido el 50% de la duración prevista de la sesión (en emisiones de 60 minutos, a partir del minuto 30)
- No alargar innecesariamente la emisión. Si el contenido que se va a ofrecer no da para más de 30 minutos, no intentar rellenar tiempo hasta llegar a los 60. El público agradece la brevedad. Y nuestra experiencia nos demuestra que los webinars cortos (de menos de 30 minutos) tienen un rendimiento fantástico.
- Si el contenido de la sesión exige una duración mayor a los 60 minutos, plantear la posibilidad de dividirla en varias sesiones.
Webinars internos:
En este caso no es posible aplicar las mismas reglas. En este tipo de emisiones, la asistencia a menudo es obligatoria y, los contenidos pueden exceder fácilmente los 60 minutos de duración sin que ello tenga consecuencias negativas en la curva de audiencia.
Sin embargo, la capacidad de atención de los espectadores no es infinita, y si no se toman ciertas medidas es posible que no se alcancen los objetivos planteados inicialmente:
- Si la sesión va a superar los 60 minutos de duración, conviene hacer pausas cada 45-50 minutos de 5-15 minutos.
- Potenciar la interactividad de los usuarios al máximo para mantener su atención.
- Resolver las dudas y preguntas de interés general en público, y tratar las cuestiones más particulares de forma individualizada (ya sea a través de un chat privado o una acción posterior de seguimiento)
- Dejar a disposición de los usuarios materiales de apoyo bajo demanda (vídeos, documentos) para completar la formación de forma individualizada.
- Si la sesión no se plantea como un directo, sino que va a estar disponible directamente bajo demanda, tratar de hacer piezas de no más de 30 minutos de duración. Es mucho más complejo mantener la atención de los espectadores en diferido.
Si hay una empresa que trabaja adecuadamente la duración de sus webinars, esa es Tressis. Si quieres conocerlos un poco más haz clic aquí.